7 REQUISITOS para ser HACEDORES DE PAZ desde la perspectiva bíblica

  • Los 7 requisitos para convertirnos en PACIFICADORES -que comparto ahora con ustedes- son parte de un Estudio Bíblico que impartí recientemente. Estos 7 puntos se fundamentan entonces en lo que La Palabra de Dios nos dice al respecto.

Los invito a revisar los componentes de un proceso que nos permitirá alcanzar la paz interior y la paz con nuestro prójimo.

  • 1) Recibe a Jesús como tu Salvador personal

Este es el paso mas importante en la vida del creyente. Sin Jesús no somos nada. Porque no basta con creer y mantener oculta nuestra creencia. Jesús murió por ti y por mi públicamente. Por eso hay que declararlo con los labios, como lo indica el apóstol Pablo en Romanos 10:9-13

“… si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y si crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se hace confesión para salvación. Porque la Escritura dice: Todo aquel que cree en él no será avergonzado. Porque no hay distinción entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos es rico para con todos los que lo invocan. Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.

  • 2) Renueva tu mente

Una vez que somos salvos, empezamos el proceso de renovación de nuestras mentes y TRANSFORMACION DE NUESTRAS VIDAS, enderezando nuestras veredas.

Para tener Paz Interior, primero debemos ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio vivo ante Dios y renovar nuestras mentes para transformar nuestras vidas, como tan bien lo sostiene Pablo en Romanos 12:1-2

“Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es el culto racional de ustedes.  No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”


3) Conoce íntimamente al PRINCIPE DE PAZ

En la profecía de Isaías acerca de la venida del Mesías se nos dice:
“Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado,
y el principado sobre su hombro;
se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).


En un mundo lleno de guerras y violencia, es difícil ver cómo Jesús podía ser el Dios omnipotente que actúa en la historia humana y ser, a la vez, la encarnación de la paz. Pero la seguridad física y la armonía política no necesariamente reflejan el tipo de paz de la cual Él está hablando (Juan 14:27).
La palabra hebrea shalom quiere decir "paz", y a menudo es usada en referencia a un aspecto de la calma y la tranquilidad de las personas, grupos y naciones. La palabra griega eirene significa "unidad y acuerdo"; Pablo usa eirene para describir el objetivo de la iglesia del Nuevo Testamento.

Pero el significado más profundo y fundamental de la paz, es "la armonía espiritual producida por una restauración de una persona con Dios". Y Dios logrará esto en ti, en la medida en que mayor sea tu conocimiento, mas profundo y vívido, de su Hijo Jesucristo.


4) Busca la paz en medio de la tormenta

Fíjense que ser pacífico no significa algo "fácil". Jesús nunca prometió que fuera sencillo. Él sólo prometió ayudarnos. De hecho, Él nos dijo que esperáramos tribulación en este mundo (Juan 16:33) y pruebas (Santiago 1:2). Sin embargo, Él también dice que, si clamamos Su nombre, nos dará la "paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento" (Filipenses 4:6-7). No importa qué adversidades enfrentemos, podemos pedir una paz que viene del poderoso amor de Dios, que no depende de nuestras propias fuerzas o de la situación específica que nos rodea, por dura que esta sea.

5) Confía en el Señor y no dudes

Probablemente, muchos pensarán que la frase más común en la Biblia tiene que ser algún tipo de prohibición, un “no harás” esto o lo otro, o quizás algo como “ama a tu prójimo”. Sin embargo, lo cierto es que uno de los consejos que más se repite durante todo el Antiguo y Nuevo Testamentos es “No temas”. Dios quiere que vivamos en paz.

Quizás ya te resulten familiares algunos versículos de las Sagradas Escrituras con esta amorosa exhortación. Por ejemplo, cuando el ángel Gabriel se apareció a María anunciándole que sería la Madre de Nuestro Salvador. O cuando José escuchó estas palabras al saber que sería el padre terrenal de Jesús: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo” (Mateo 1:20).

Puesto que Jesús estaba a punto de nacer en Belén, otro ángel se apareció a los tres reyes (los magos) con las mismas palabras de aliento. Cuando Zacarías fue informado de que su esposa concebiría a su avanzada edad, “quedó desconcertado y tuvo miedo. Pero el Ángel le dijo: “No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan” (Lucas 1:12-13).

De hecho, hay muchísimos versículos más, aparte de estos navideños, en los que la Biblia nos anima a no tener miedo. En la Transfiguración de Jesús, los discípulos cayeron al suelo abrumados por el miedo, pero “Jesús se acercó a ellos, y tocándolos, les dijo: ‘Levántense, no tengan miedo’” (Mateo 17:6-7). En total, la frase “no temas” -o alguna variante- se repite 365 veces a lo largo de la Escritura, una para cada día del año.

Acepta Su voluntad

Dejar de hacer preguntas que fomenten la duda tales como: “Por qué, Dios, ¿por qué a mí?”

Porque mis pensamientos no son sus pensamientos ni sus caminos son mis caminos, dice el SEÑOR.  Como son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que sus caminos, y mis pensamientos más altos que sus pensamientos.” (Isaías 55:8-11)

¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos!” (Romanos 11:33)

Confía en el SEÑOR con todo
tu corazón
y no te apoyes en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos
y él enderezará tus sendas.” (Proverbios 3:5-6)


6) Prioriza la construcción del Reino de Dios

Cuando pones otras cosas por encima de tu amor a Jesús y tu sincero deseo de obedecer Sus mandamientos, tu escala de prioridades trastocada conduce a la ansiedad y te resta paz.

"Por tanto, no se afanen diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o ‘¿Con qué nos cubriremos?’.  Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero el Padre de ustedes que está en los cielos sabe que tienen necesidad de todas estas cosas.  Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas."
(Mateo 6:31-33)


7) Haz las paces con tu prójimo

a) Se humilde

“Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.” (Efesios 4:2)

“En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.” (1 Pedro 3:8)

b) Perdona y pide perdón

  • Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.” (Marcos 11:25)

“Por tanto, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros de manera que sean sanados. La ferviente oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.” (Santiago 5:16)

c) Busca la reconciliación

“Ustedes han oído que fue dicho a los antiguos: No cometerás homicidio; y cualquiera que comete homicidio será culpable en el juicio. Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano será culpable en el juicio. Cualquiera que le llame a su hermano ‘necio’ será culpable ante el Sanedrín; y cualquiera que le llame ‘fatuo’ será expuesto al infierno de fuego.

 “Por tanto, si has traído tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y ofrece tu ofrenda.” (Mateo 5:21-24)

 


¿Qué pasa si intento, pero no logro la reconciliación?

Si tu hermano hace algo malo, ve y habla a solas con él. Explícale cuál fue el mal que hizo. Si te hace caso, has recuperado a tu hermano. Pero si no te hace caso, ve otra vez a hablar con él, acompañado de una o dos personas más, para que ellos sean testigos de todo lo que se diga.

Dios nos llama a vivir con determinación con otros creyentes, con humildad, mansedumbre y paciencia, "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4:1-3).

Esta unidad de propósito y mansedumbre sería imposible sin la obra del Espíritu Santo en nosotros y sin la paz que tenemos con Dios, gracias al sacrificio de su Hijo.(Mateo 18:15-16)

Conclusión. –

Como resultado del proceso de elevación espiritual, producido por los 7 pasos aquí descritos, podremos llevar a la práctica las primeras dos hermosas recomendaciones bíblicas y gozar los frutos de la tercera:

“Si es posible, en cuanto de ustedes dependa, estén en paz con todos los hombres.” (Romanos 12:18) y

“Busquen la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” (Hebreos 12:14)

"Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios." (Mateo 5:9)

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